Las expectativas de que las elecciones presidenciales de octubre en Brasil serán una batalla entre los dos principales candidatos están aumentando en momentos en que encuestas recientes muestran que varios otros candidatos tienen dificultades para ganar terreno.
Según dos sondeos divulgados el lunes, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sigue siendo el favorito, mientras que el mandatario Jair Bolsonaro se ubica en segundo lugar.
«No veo ninguna señal de que sea posible que surja otro candidato en la carrera electoral que se sume a Lula y Bolsonaro. La polarización es una realidad», dijo a BNamericas el analista político André Pereira César, de Hold Consultoria.
Los resultados también apuntan a una posibilidad cada vez más evidente de un balotaje tras las elecciones del 2 de octubre. De acuerdo con las reglas electorales, si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos válidos, se realizará una segunda vuelta el 30 de octubre.
“Aunque Lula es ahora el favorito, si la elección se decide en una segunda vuelta, podemos decir que esa es otra competencia donde todo es posible, incluso que Bolsonaro invierta el escenario”, sostiene Pereira.
Según el sondeo de intención de voto del instituto de encuestas FSB, Lula tiene un 44% de apoyo, mientras que Bolsonaro va a la zaga con un 31%. Un estudio similar publicado este mes dejó al candidato de izquierda con un 41% frente a un 32% del presidente de extrema derecha.
Y la encuesta publicada el lunes por XP Ipespe da a Lula un 44% de las preferencias y a Bolsonaro, el 35%.
Las encuestas se efectuaron después de que Bolsonaro anunciara un aumento del gasto en programas sociales para reforzar su apoyo a familias de bajos ingresos.
Debido al costo de ampliar los programas sociales, el Gobierno Federal solicitó que empresas estatales —como los bancos BNDES, Banco do Brasil y Caixa Econômica Federal y la petrolera nacional Petrobras—anticipen sus pagos de dividendos al gobierno este año.
Durante el lanzamiento oficial de su campaña de reelección el fin de semana pasado, Bolsonaro prometió mantener los bonos mensuales el próximo año bajo el programa Auxilio Brasil en 600 reales (US$110). Este mes, el Congreso aprobó un incremento de 400 reales, pero solo para este año.
A pesar del aumento del gasto en programas sociales, Bolsonaro no ha logrado cerrar la brecha con Lula. En reiteradas ocasiones ha cuestionado el sistema de votación electrónica del país, lo cual, según analistas políticos, puede ser visto como un intento del polémico líder de negarse a aceptar una derrota electoral.
Esto ha llevado a que algunos gremios empresariales históricamente en la vereda del frente de los partidos de izquierda a salir en defensa de la democracia y del sistema electoral vigente.Bnamericas