El politólogo Elvin Calcaño explicó que los sectores de la extrema derecha internacional invierten cada año millones de dólares para afianzar la propaganda ultraconservadora desde las redes sociales y otros medios de comunicación, lo que constituye una de las causas por las cuales la llamada nueva derecha, que se dice «libertaria» irrumpe con fortaleza en los escenarios de la política.
Explicó que en las sociedades de hoy, en las cuales la comunicación tiene un efecto fuerte, gran parte de lo que la opinión pública entiende como la realidad se construye en los debates en las redes y otros medios, con toda la propaganda que hace la ultraderecha.
Otro factor que sirve de arma a los ultraderechistas es el miedo, explicó Elvin Calcaño.
«Estamos viviendo una época caracterizada por el miedo y la incertidumbre… el futuro la gente tiende a verlo no como algo que puede ser mejor, sino que puede ser peor, o sea, como una distopía. En esas circunstancias los sectores de la derecha radical están capitalizando ese miedo políticamente: señalan un supuesto enemigo, al que culpan de todo, y hablan de una supuesta agenda que se debe combatir, lo que es una tontería porque todo el que participa de la política tiene una agenda, esos mismos reaccionarios la tienen», precisó.
Explicó que el asunto no es solo que esas fuerzas ultraderechistas puedan ganar o no ganar elecciones, sino que irrumpen y condicionan el debate, tienen triunfos culturales, no necesariamente electorales.
«Esta gente ultraconservadora, extrema derecha, reaccionaria, lo que hace es activar los marcos mentales conservadores que existen en toda persona. El error de los liberales y progresistas ha sido validar esos marcos», explicó el académico y analista.
Puso como ejemplo la expresión «pro vida», que se autoasignan los derechistas para oponerse al derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sobre los embarazos. Explicó que en el momento en que se les acepta a esos sectores que ellos son los pro vida, se estará aceptando que quienes no están de acuerdo serían «pro muerte».
