La concejala de Río de Janeiro Marielle Franco, una destacada activista por los Derechos Humanos brutalmente asesinada hace cuatro años, estará en cierta forma representada en el futuro Gobierno brasileño. El presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva dio a conocer este jueves los nombres de 16 nuevos ministros y entre ellos figura la joven Anielle Franco, hermana de Marielle, que asumirá el Ministerio de Igualdad Racial. La futura ministra es profesora y tras el asesinato de su hermana fundó el Instituto Marielle Franco, dedicado a promover políticas en defensa de las mujeres, los afrobrasileños, la comunidad LGTBIQIA+ o los vecinos de favelas y periferias. Uno de los objetivos de la organización es, además, impulsar que las mujeres negras como ella den el salto a la política.
Entre los ministros anunciados se encuentra también el vicepresidente Geraldo Alckmin, que también será titular de Industria y Comercio. Fue una solución de última hora después de que Lula recibiera un no como respuesta de Josué Gomes, el presidente de la poderosa Federación de las Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp). “Con el respeto del que goza entre los empresarios brasileños será un extraordinario ministro”, dijo Lula sobre Alckmin, un hombre de centro-derecha que en la campaña fue clave para que Lula conquistara a las clases medias y apaciguara el miedo de las élites.
Entre los ministros anunciados hay muchos viejos conocidos, y la mayoría están en la órbita del Partido de los Trabajadores (PT). De momento no reflejan el famoso “frente amplio” que aupó a Lula al poder. Tampoco hay grandes conquistas en el ámbito de la diversidad de género y racial. Siguen predominando los hombres, pero uno de los ministerios más importantes, el de Salud, estará por primera vez comandado por una mujer, Nísia Trindade. Hasta ahora, estaba al frente de la Fundación Oswaldo Cruz, un órgano público con un fuerte protagonismo durante la pandemia de la covid-19, ya que produjo decenas de millones de vacunas.
El Ministerio de Educación, otro de los ejes estructurales del Gobierno, queda en manos del exgobernador del Estado de Ceará Camilo Santana, del PT. A pesar de las duras negociaciones con los partidos que apoyaron la candidatura de Lula en las elecciones para llevarse una de las porciones más codiciadas del pastel, el PT también se apunta otra victoria importante: el Ministerio de Desarrollo Social. Es la cartera que gestiona las pagas del Bolsa Familia, las ayudas a los sectores más vulnerables que en el pasado sacaron a más de 30 millones de brasileños de la extrema pobreza y que tienen un fuerte impacto electoral. El País