Cuando Giannis Antetokounmpo fue elegido en el draft de la NBA, su hermano Thanasis lo abrazó ondeando la bandera de Grecia. Al poco tiempo le preguntaron por la escena a Nikolaos Michaloliakos, líder de Amanecer Dorado, un partido neonazi que fue declarado organización criminal en 2020, pero que hace una década vivía su apogeo al calor de la crisis económica que azotaba el país. «Si le damos a un mono un plátano y una bandera, ¿es griego?«, respondió.
La escena tampoco le hizo mucha gracia a Giannis, aunque por motivos muy distintos. Sus padres, nigerianos, llegaron a Grecia como inmigrantes ilegales en 1991 y tuvieron cuatro hijos. Todos nacidos en Atenas, todos con nombres griegos. Thanasis, Giannis, Konstantinos, Alexandros. Pensaron que así les sería más fácil encontrar su sitio. Pero a ojos de muchos no eran griegos. Eran negros.
«Hay gente que dice, ‘Es negro. Los griegos no son negros’. Y les intentas explicar que no es una cosa del color del piel. Mis padres crecieron en Nigeria, pero yo no he estado allí en mi vida. Si no soy griego, no sé lo que soy«, confesó Giannis en Sports Illustrated.
Como hijos de inmigrantes ilegales, los hermanos Antetokounmpo no tenían papeles. A Giannis le dolió que Grecia solo les concediera la nacionalidad a él y a Thanasis un par de meses antes del draft de 2013, cuando estaba claro que tenían futuro en el baloncesto. Y qué habían sido toda su vida, si no griegos.
Era orgullo herido y no rechazo a un país del que se siente hijo. Hace unos días, Giannis compartió una foto con sus tres hermanos. Todos con la camiseta de la selección griega de baloncesto. Los cuatro podrían jugar este martes a las 18:00 horas contra España el primer amistoso de preparación para el Eurobasket. El Mundo