Por Eddy Pereyra Ariza
El presidente Luis Abinader, tiene hasta el día de hoy un notable número de realizaciones que nos colocan como el país mejor manejado de la región, con una de las democracias más estables, de mayor crecimiento económico y un ventajoso ambiente para la inversión extranjera directa.
La gestión en salud con el Covid y el seguro médico SENASA, la recuperación del empleo y el turismo, la independencia del Ministerio Público, la transparencia administrativa, el apoyo crediticio a los sectores productivos, la acción hacia las energías renovables y limpias, lo mismo que la construcción de carreteras, escuelas y hospitales, son consignados de manera irrebatible o sin resistencia, como importantes logros del gobierno de Abinader.
Estas excepcionales operaciones, junto a otras, como las alianzas público-privadas, el aumento de las exportaciones, las recaudaciones de las aduanas y las intervenciones con subsidios para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, en aras de afrontar la crisis provocada por la guerra y reactivar la economía, han estabilizado el país.
Ahora bien, como complemento a lo expuesto, podemos proyectar que las tres grandes obras del presidente Luis Abinader serán: el Plan de Desarrollo de Manzanillo, el Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales y su Nueva Política Social.
Estas están llamadas a ser magnas obras, pero no puramente suntuarias, sino que trazan la conexión de Abinader con la realidad dominicana; de salir al frente y emprender el camino de un sólido crecimiento para solucionar definitivamente los problemas sociales y de subdesarrollo dominicano que rayan en lo histórico.
Plan de Desarrollo de Manzanillo
El Programa de Desarrollo de la Bahía de Manzanillo, contempla un nuevo puerto de Manzanillo, un proyecto turístico, un complejo industrial en el que habrá astilleros para la construcción y reparación de buques, junto a varias zonas francas. También la construcción de una carretera, que ya inició y que comunicará a Manzanillo con Santiago en unos 35-40 minutos.
La iniciativa de desarrollo de Montecristi y la región Noroeste, incluye un proyecto energético en la Bahía de Manzanillo con un costo de US$1,700 millones de dólares, invertido por el sector privado que traerá amplios beneficios a la región del Cibao. Se augura que la construcción de la terminal, que contará con dos generadoras de gas natural para la producción de 800 megavatios de energía eléctrica, genere cerca de 4000 empleos directos e indirectos durante la fase de construcción y alrededor de 200 puestos de trabajo fijo durante la operación de las plantas.
Proyecto de desarrollo turístico de Pedernales
Una de las apuestas más importantes de esta gestión de Abinader, es el Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales, que tendrá una inversión estimada de 2,245 millones de dólares. En la primera fase se estipula una inversión de 1,300 millones de dólares para la construcción de 4,700 habitaciones, que se convertirán en 12,000 habitaciones al final del proyecto. Este polo turístico creará cerca de 20,000 empleos directos y más de 50,000 indirectos
En palabras del Presidente, este proyecto transformará de forma absolutamente radical la vida de miles de personas de la Provincia de Pedernales y de toda la región Sur del país.
Política Social
Los costos de la crisis no han caído exclusivamente en la población vulnerable, han sido prácticamente socializados. Acciones como la racionalización del gasto y el manejo prudente y transparente de los fondos públicos, ha permitido canalizar recursos para los programas sociales, cambiar piso de tierra por cemento y continuar con la política de subsidios focalizados.
Pero también, poder aumentar los sueldos a médicos, trabajadores de la construcción, policías, militares, enfermeras y otorgar pensiones a personas mayores, artistas, periodistas, locutores, discapacitados, además de aumentar todas las pensiones de menos de 10 mil pesos. Esto es, aparte de construir proyectos de viviendas para familias sin techo, que viven en ambientes degradados, precarios y con infraestructura insuficiente sumado a la clara mejoría de los servicios de agua, luz y transporte.
Mejorar sustancialmente la vida o sacar al 24% de la población que es pobre, es decir, a dos millones 640 mil dominicanos de la pobreza y a 400 mil que viven en pobreza extrema, al igual que fortalecer y ampliar la clase media para que no descienda y siga contribuyendo con el crecimiento, van a reafirmar la gran obra social del presidente Abinader.
Estas tres grandes realizaciones, están sustentadas en el sentido de una política de transformación, y orientada a conseguir que la gente no se quede atrás, ni se quede fuera. Que entren a ese paraíso que existe en República Dominicana, que ha estado reservado para unos pocos.