La clase media siempre ha tenido como sueño, tener movilidad social ascendente, esto es, cubrir los gastos de sus facturas, poder ahorrar, adquirir bienes, irse de vacaciones y lograr un retiro que le permita seguridad y tranquilidad.
Por ello, aspira aumentar sus ingresos para garantizar una vida con calidad, mediante un buen empleo estable y facilidades de créditos para entrar al mundo de los negocios o fortalecer sus pequeñas o medianas empresas.
En los últimos años los ingresos de la clase media en el país han tendido a estancarse, en cambio los grandes empresarios concentran cada vez más capitales con menos sacrificios.
Estudios revelan que más de la mitad de la clase media se encuentra con dificultades económicas, con atrasos en los pagos o aprietos para lograr cubrir los gastos hasta final de mes; y ni hablar de enfrentar los imprevistos.
Resultante de la crisis de salud, los ingresos disminuyeron y cuando iban a tomar un fresquecito, vino una mayor inflación con el aumento de los productos de consumo diario y los bienes materiales, básicamente por el asunto de la guerra.
La vulnerabilidad sustancial que ha existido desde siempre también afecta a la clase media. El costo de la vida ha aumentado para este sector de forma acelerada. Sin mencionar los renglones alimentación, salud y educación; la gasolina, el gas y los servicios como agua, basura, teléfono incluyendo internet, Netflix, HBO, constituyen una carga considerable. Más aún, sólo el alquiler de vivienda o la hipoteca se lleva cerca del 40% de los ingresos.
Por el hecho de ser parte del estamento socioeconómico situado entre la clase alta y la clase baja, se esfuerza por mantener su forma de vida y está sometida a una presión social que le exige mantener cierto estatus e incrementar los gastos en bienes y servicios, residiendo en lugares específicos, usando ropas de marca, muebles, carros, celulares y asistiendo a diversiones o cenando fuera de casa.
Entre la clase media se escucha la interrogante, de que, si el gobierno beneficia a todos o si está inclinado hacia un pequeño grupo social. Lo que da una lectura de desigualdad que aboga por la distribución transparente de los ingresos en los diferentes sectores sociales.
He de pensarse que el ahorro del gobierno mediante la eficiencia del gasto público, conlleva un sacrificio mayor de la clase media y en estos tiempos de crisis lo que se estila, en países que han logrado estabilidad y bienestar, es el aumento del ingreso a esa población que es la que impulsa el emprendimiento, la calidad gerencial y el crecimiento. También tiene el mérito, por así decirlo, de desmovilizarse y en caso reciente de haber sido la vanguardia del cambio electoral.
Cuando los miembros de la clase media superan los 50 años de edad, entonces entran en un estado de gravedad social. No solamente porque no consiguen empleos, sino porque para mantenerse con ese nivel de vida necesitan obtener seguridad e ingreso adecuado. De ahí su preocupación, sufrimiento y angustia.
Disminuir las dificultades financieras o aumentar los ingresos en la proporción de la población que ha conseguido ingresar a la clase media y asegurar que más ciudadanos puedan lograr una movilidad social ascendente, deben ser objetivos esenciales para las políticas sociales del país.
De modo que, el gobierno debería asegurar que los estratos medios de la sociedad no desciendan en la escala económica y su determinación social.