Es el entorno ideal para una nueva revolución digital con la que entender toda la complejidad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y diseñar políticas basadas en datos, hoy escasas a nivel internacional
El metaverso supone un cambio de paradigma del mundo digital y también para la sociedad y el desarrollo sostenible. El metaverso ya no se orienta a datos y algoritmos como la Data Revolution o la AI Revolution recientes, sino a narrativas, historias, experiencias, experimentos…
En ese contexto, el metaverso nos proporciona la riqueza de información y conocimientos para poder implementar los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y otras metas. Se ha comprobado que para alcanzar los ODS es necesario tener catalizadores que exploten las diferentes relaciones y sinergias entre metas de los ODS. Sin embargo, no conseguimos generar suficiente verdad a través de informes y estudios analíticos para saber cómo crear estos procesos exponenciales dentro de la Agenda 2030, y la sincronización no es la adecuada en el progreso de los ODS, tal como muestras las diferentes infografías de Naciones Unidas.
El metaverso es una disrupción en la tecnología, que además de seguir siendo digital, tendrá diferentes “meta-capas” sobre la realidad, nuestras historias, la información y experiencias humanas. Esto supone un cambio radical en la actual recolección de datos en cualquier lugar del mundo, desde aquellos que se utilicen para saber el clima en las ciudades inteligentes, hasta encuestas familiares en países en desarrollo donde los niveles y proporciones de pobreza son más grandes. Del uso del metaverso podemos encontrar una segunda Reality Data Revolution para implementar todos los indicadores y metas de los ODS. Los ODS serán, al fin, medibles.
Aún más, el metaverso nos supone un nuevo ecosistema digital para enseñar e incrementar el conocimiento de la humanidad a través de experiencias inmersivas y digitales que ayuden a borrar las diferencias en la pobreza y la desigualdad, además de acabar con la llamada brecha digital. Esto es posible porque el metaverso será de dominio público y no depende de los recursos privados de las familias o las personas solas.
Un metaverso público es posible con entornos físico-digitales (phygital) como parques, plazas, edificios públicos, estadios, etc. A través de estos entornos podemos crear canales públicos, de bajo coste, para que la humanidad pueda compartir conocimiento, información, tener experiencias similares y de esa manera erradicar la desigualdad socioeconómica y generar nuevos tipos de riqueza para atajar el resto de ODS.
La sociedad necesita una nueva fuente de riqueza, sostenibilidad, resiliencia, conocimiento e igualdad y el Metaverso es, sin duda, nuestra mejor ruta
Como se ha dicho, también es el entorno ideal para una nueva revolución digital con la que entender toda la complejidad de los ODS y diseñar políticas basada en datos que hoy en día siguen siendo escasas a nivel internacional. El metaverso es un nuevo ecosistema donde explotar la Inteligencia Artificial y la Inteligencia Colectiva para poder implementar nuevas políticas y poder cuantificar mejor la estimulación económica y la inversión hacia los ODS.
Sin duda, el metaverso es un reto a nivel internacional, pero fácilmente implementable con un consenso total de la sociedad, ya que la tecnología está disponible, el coste público debe ser asumido por organismos como el Banco Mundial, Naciones Unidas o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos multilaterales. La sociedad necesita una nueva fuente de riqueza, sostenibilidad, resiliencia, conocimiento e igualdad y el metaverso es, sin duda, nuestra mejor ruta.